domingo, 28 de abril de 2013



¿Recuerdas que te dije que sé poco del amor? Pues no es verdad. Sé, sé mucho del amor... y lo he visto, he visto siglos y siglos de amor. Era lo único que hacía soportable contemplar vuestro mundo: observar tantas guerras, mentiras, dolor y odio. Me daban ganas de no volver a mirar hacia abajo. ¡Pero entonces veías cómo quiere el ser humano! ¡Podía buscar en los confines más remotos del universo y jamás encontrar algo más hermoso! Por eso, sí, sé... Sé que el amor es incondicional, pero también sé que puede ser imprevisible, inesperado, incontrolable, insoportable y, aunque resulte extraño, es fácil de confundir con el odio. Y, lo que intento decirte, Tristan, es que... ¡Creo que te amo! ¡Noto mi corazón como si, si mi pecho apenas pudiera contenerlo! No sé, es como si no me perteneciera a mí porque te pertenece a ti. Y, si lo quisieras, no desearía nada a cambio de él; ni regalos, ni bienes, ni demostraciones de devoción. Nada salvo saber que tú también me ames. Sólo tu corazón a cambio del mío.

Stardust (Polvo de estrella)

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